- Miles de marroquíes abuchean el himno galo antes del Francia-Marruecos
- Inglaterra, que se juega el miércoles el pase a la Eurocopa, pierde a Owen en un amistoso
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Lo jugadores de marrtuecos celebran ante su hinchada el empate ante Francia. (Foto: AFP)
MADRID | LONDRES.- Un Stade de France lleno de banderas marroquíes silbó La Marsellesa ante la atónita mirada de los jugadores de Raymond Doménech y de todo un país acostumbrado ya a los problemas de convivencia con una masa de inmigrantes descontentos.
"No vi camisetas azules en la grada", se quejaba Patrice Evra, lateral izquierdo de Doménech, aturdido también ante el espectáculo. El defensa del Manchester United, de origen senegalés, calificó de "vergonzoso" el incidente. "No lo entiendo, porque Francia y Marruecos son dos países que tienen una magnífica relación".
Lillian Thuram, capitán de los 'bleus', tampoco daba crédito ante las protestas y fue incapaz de encontrar una explicación al problema. "Deberíamos hacer una profunda reflexión. Es el momento de preguntarnos el porqué de todo lo que está pasando", proclamó el veterano defensa del Barcelona.
Sin embargo, las protestas ante el himno francés no son novedad en París. Fue en octubre de 2001, en otro amistoso ante Argelia, con Zinedine Zidane al frente del grupo de Roger Lemerre. Entonces, miles de hinchas se cebaron con los míticos acordes y sólo respetaron la divina calva de 'Zizou', de origen argelino.
El partido, declarado entonces de alto riesgo, desembocó en una invasión de campo por hinchas argelinos a 12 minutos del final. Los antidisturbios tuvieron que saltar al campo para devolver el orden. Seis años después, la bronca fue el prefacio a un vibrante empate entre los 'bleus' y Marruecos, un amistoso que llega a apenas cinco días del vital duelo que la campeona del mundo en 1998 disputa el miércoles en Kiev. Definitivamente, los chicos de Doménech no encuentran el ritmo y, tras ponerse por delante dos veces en el marcador, se vieron sorprendidos por un zurdazo de Moukhtari a seis minutos del final.
Otra selección campeona del mundo que se juega su pase a la Eurocopa esta semana, Inglaterra, venció sin brillo a Austria, gracias a un cabezazo de Peter Crouch a saque de esquina de David Beckham. Así liquidó un amistoso sin historia ante los próximos anfitriones de la Eurocopa, pero pagando un alto precio. Steve McClaren se queda sin Michael Owen para el decisivo encuentro contra Croacia.
El delantero del Newcastle United, de 27 años, fue sustituido en el minuto 34 por Jermaine Defoe, tras sufrir un problema muscular en el muslo. McClaren confirmó en una rueda de prensa tras el partido, que no podrá contar con el pequeño ariete el próximo miércoles en Wembley. "Fue una lesión extraña, en la pierna de apoyo. Sin embargo, por desgracia, no podrá jugar el miércoles", lamentó el seleccionador, que ya habla de una "plaga de lesiones".
Y es que para el decisivo choque no podrá contar tampoco con Wayne Rooney, dañado en un tobillo ni con dos de sus mejores defensas, el sancionado Rio Ferdinand y el capitán John Terry, también lastimado. Sin embargo, McClaren confía en lo que le queda en el vestuario para sacar adelante la situación. "Creo que el equipo tiene el suficiente espíritu para hacerlo", adelantó. Un empate ante los croatas unido a una victoria de Rusia en Israel frustraría todas sus posibilidades de jugar la fase final de la Eurocopa en junio de 2008. Y, de confirmarse el fracaso, pocos dudan de la defenestración de McClaren.
Pero en el fútbol inglés hay quien prefiere buscar la paja en el ojo ajeno antes que encontrar la viga en el propio. Sólo así se explica que en los últimos días el debate sobre el bajo rendimiento de los pross haya girado en torno a la creceiente presencia de extranjeros en la Premier League.
La invasión foránea de los Cesc Fàbregas, Cristiano Ronaldo y demás jugadores que aterrizaron en su adolescencia en Inglaterra representa un "gran peligro" para el talento emergente nacional, según espetó recientemente Steven Gerrard, capitán del 'spanish' Liverpool de Benítez, donde él y sus compatriotas son minoría. Gerrard y otros ya han pedido la adopción de cuotas de jugadores patrios.
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