EL QUE A HIERRO MATA...
El club colchonero tiene previsto presentar mañana al jugador
En los últimos años fue el club blanco el que empleó sus malas artes para llevarse jugadores del equipo rojiblanco.
Miguel Angel Gil Marín no arremetió contra Ramón Calderón, tal vez convencido de que tarde o temprano le llegaría la oportunidad de devolverle la jugada. Incluso perdonó gran parte de la cláusula de penalización de 1,2 millones de euros establecida si Reyes incumplía el acuerdo. Y sólo once meses después, el dirigente colchonero ha conseguido vengarse de las malas artes madridistas.
Cuando el Real Madrid estaba a punto de anunciar que fichaba en propiedad al delantero andaluz, el Atlético mejoró la oferta y cerró un acuerdo con el Arsenal por 12 millones de euros y un contrato de cuatro temporadas para el jugador, al que quiere presentar oficialmente mañana en el Vicente Calderón.
Reyes se cansó de esperar a que el club blanco hiciera efectiva la opción de compra y decidió aceptar la oferta rojiblanca para no tener que volver a Londres ni aceptar un traspaso al Lyon, que tuvo que suspender la reunión que tenía prevista mantener hoy con el futbolista en Sevilla. De momento, Bernd Schuster se queda sin Reyes, mientras Robben y Drenthe siguen sin llegar.
El Real Madrid, sin embargo, no puede lamentarse de la maniobra de los dirigentes colchoneros. Por una vez, el Atlético se ha movido mejor y le quita un jugador que prácticamente era suyo. La historia demuestra que si alguien tiene motivos para quejarse, és no es otro que el equipo de la ribera del Manzanares. En los últimos años ha visto cómo el club blanco se ha llevado, casi siempre de forma poco elegante, a futbolistas como Hugo Sánchez, Paco Llorente, Solari o el mismísimo Raúl, hoy símbolo del madridismo pero criado en la cantera colchonera.
Pero con Reyes, el Atlético no sólo consigue meterle un gol al Real Madrid y así sacarse una espina clavada desde hace un año. Además, debilita la plantilla de Schuster –el utrerano fue el artífice del título de Liga en la última jornada–, obliga al club blanco a replantearse su política negociadora y le fuerza a subir su oferta por el holandés Robben. Y si todo esto no fuera suficiente, Ramón Calderón y Pedja Mijatovic quedan como ‘dos tontos muy tontos’ al sumar un nuevo fracaso en su gestión. Y ya van unos cuantos en apenas un año.
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