A MENOS DE UNA SEMANA DEL INICIO DE LA LIGA...
Sin idea definida
Schuster llegó a La Castellana con la idea de promover el buen gusto por el cuero y acabar con la rigidez del sistema de un Capello del que algunos ya se acuerdan por Chamartín. Tras las típicas pruebas preparatorias, ni la llegada de los encuentros oficiales han aclarado la cabeza del nuevo Madrid. Sigue sin existir un sistema definido al que agarrarse y muchas de las piezas no saben por donde se desenvolverán esta temporada. El jugar con Diarra de '5', ayudado por Sneijder o Guti, no parece acabar de convencer al ex técnico del Getafe. En el partido de ida de la Supercopa, en el Pizjuán, se olvidó de sus ideas y colocó un doble pivote (Gago y Diarra) que se sumergió de lo lindo en Nervión. Además, el cambio de sistema y de la forma de llegar al marco rival cambia con demasiada frecuencia a lo largo de las batallas. Es hora de morir con algo, con lo que sea...
El equipo sigue sin cerrarse
El entrenador alemán sigue, a pesar de todo, sin contar con las fichas deseadas. El Madrid sufre demasiadas carencias en algunas posiciones en las que las dudas están más que acopladas. La llegada de Robben y de alguna otra incorporación parecen cita obligada para hacer despertar al equipo. El gran problema será cerrar unos refuerzos por los que se piden auténticas millonadas. Y es que reforzar los costados es más que una obligación para un equipo a medio hacer.
Un proyecto...
A este Madrid le quedan kilómetros para parecerse a una escuadra de memoria, a un equipo como el Sevilla, auténtico maestro en esas lides. Los blancos no acaban de tener clara la forma de agujerear las zagas rivales. Anda demasiado plano, no profundiza y pierde el balón con demasiada facilidad. Ahí, el Madrid queda más que desprotegido y la defensa queda en desventaja. Los vicios de épocas pasadas no son fácil de borrar.¿Qué pasa con Guti?
Con la llegada de los platos fuertes del curso, el de Torrejón ha vuelto a ser el gran damnificado. Ni el haber sido el mejor madridista de la pretemporada parece haberle servido al '14' para coger las riendas de este Madrid. Schuster, ante las dificultades, se vio obligado a tirar del madrileño para levantar este domingo un asunto utópico. El equipo, además, sigue dependiendo demasiado de las botas de un Guti que es de lo pocos, por no decir el único, que da algo de sentido al 'juego' merengue.
Pareja de Van Nistelrooy
Si este Madrid necesita del mejor Guti para levantar la cabeza, no digamos de la metralleta de 'Van Gol'. Los goles del holandés son imprescindibles para un Madrid que ve el gol muy de lejos cuando el holandés no está sobre el tapiz. Además, el acompañante del internacional no parece estar nada claro. Raúl, titular en los dos choques oficiales, no acaba de recordar al de final de temporada. El debate sobre la titularidad del '7' está más que nunca en la calle. Para más 'inri', Saviola tampoco ha arrancado como se esperaba y comienza a ver el marco rival algo pequeño. Soldado y Baptista, las otras dos opciones, no parecen contar con toda la confianza de Bernd.
Carriles vacíos
Las bandas estaban marcadas como una de las grandes armas de la era Schuster. De momento, esas dudas tan comentadas se han comido de lleno los costados madridistas. El lateral izquierdo, especialmente, es el gran agujero negro. Torres, un lateral derecho, ha sido la primera opción en una zona que estaba pensada para un Drenthe que jugó la primera parte ante el Sevilla de... mediapunta. Sergio Ramos, por su parte, sigue con su habitual ida y vuelta del lateral al centro de la defensa. El carril del '8' y del '11', prácticamente, ni se usan y los jugadores 'de banda' suelen tirarse con demasiada facilidad al centro. Este Madrid no se abre.
Demasiados cambios de residencia
La cabeza de Schuster está dando demasiadas vueltas. Salvo Casillas, casi todos han cambiado de hábitat en más de una ocasión. Robinho sigue sin saber donde juega, Ramos no digamos, Guti se harta a buscar el cuero demasiado atrás, Raúl ha vuelto a marcharse del área... Es el momento de comenzar a dejar las cosas claras y no marear la perdiz.
Las apariencias vuelven a engañar
Schuster, como casi todos los últimos directores de orquesta de la entidad, se ha olvidado de una cantera en la que parecía confiar. Balboa y De la Red, especialmente, gustaban a Bernd; pero, con la llegada de lo importante, se quedaron fuera de la convocatoria ante los de Juande.
El reloj de arena está llegando a su fin y, salvo el acierto ofensivo en las jugadas a balón parado, este Madrid tiene pocos motivos para sonreír. Su eterno rival capitalino puede ahogar más a un equipo con un lío de órdago en la cabeza. El sábado, el examen es de impronta. El que se supone atracón final para llegar en condiciones a la prueba es más que necesario.
