CONTUNDENCIA Y EFECTIVIDAD EN LA MEDULAR Y LA BANDA
Los dos debutaron ayer con el Barça y cumplieron con su papel de futbolistas de contención.
Buena prueba de ello ofreció ayer el medio procedente del Mónaco. El Barcelona se perdió este curso en la búsqueda de un hombre que equilibrara el equipo, que conectara la defensa con el ataque. Un enganche contundente y desatascador. Lesionado Edmílson, desorientado Motta, llegó Touré que ayer se estrenó de pivote defensivo por delante a Oleguer y Thuram y cubriendo las espaldas a Iniesta y Xavi. Un tanto estático en la primera parte, el marfileño demostró, eso sí, que defenderá con uñas y dientes su parcela. Cometió tres faltas y una de ellas, la última, le costó un aviso de tarjeta. A medida que corría el reloj, el medio se fue soltando, ofreció buenas coberturas, tuvo más movilidad y evidenció la que es una de sus mejores virtudes: la de recuperador. Hasta once balones recuperó en los 65 minutos que estuvo en el terreno de juego antes de ser relevado por Thiago Motta.
Eric Abidal dispuso de menos minutos de juego en su debut pero se mostró igual de contundente. El espigado lateral francés es de los que defienden con la mirada y así lo demostró cuando salió en la segunda parte sustituyendo a Sylvinho. El internacional francés formó en la defensa con Oleguer, Thuram y Belletti y cumplió a la perfección con su papel: defendió su banda sin concesiones y hasta se permitió una escapada al frente de ataque que acabó en un centro con Thierry Henry de cómplice.
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