LOS JUGADORES DE GREMIO TAMBIÉN SE LIBRARON DEL ACCIDENTE
Roberto de Assis, hermano y representante del delantero barcelonista Ronaldinho, estuvo a punto de coger el avión que se estrelló ayer en el aeropuerto de Sao Paulo, accidente en el que han fallecido más de 200 personas.
Un ex presidente del Inter, entre los fallecidos
El ex presidente del Inter de Porto Alegre, Paulo Rogerio Amoretty, que estuvo al frente del equipo en 1998 y 1999, es uno de los fallecidos en el accidente. En cuanto se supo la noticia, los teléfonos de las oficinas del club se colapsaron con llamadas de aficionados, socios, consejeros y hasta futbolistas de otros equipos que buscaban la confirmación del fallecimiento de Amoretty
De Assis tenía previsto viajar ayer de Porto Alegre a Sao Paulo, pero cambió de planes a última hora, según explicó en una entrevista telefónica a la emisora Radio Gaúcha. El hermano de Ronaldinho aseguró desconocer si el vuelo que iba a tomar era exactamente el accidentado. "Iba a ir a Sao Paulo el martes, pero un compromiso hizo que me quedara. El viaje iba a ser por la tarde. Podía haber sido ese vuelo. Me llevé una impresión enorme. No sé qué pensar", manifestó. "Al final no fui a Sao Paulo, pero eso no importa, es momento de pensar en las familias que se han visto afectadas", agregó.
Los jugadores del Gremio también estuvieron a punto de tomar el vuelo
El equipo de fútbol del Gremio de Porto Alegre, subcampeón de la Copa Libertadores, también se salvó de la catástrofe aérea ocurrida en Brasil al cambiar a última hora el programa inicial de su viaje.
El director de comunicación del Gremio de Porto Alegre, Paulo Pelaipe, confirmó a la prensa brasileña que el equipo carioca debería haber estado en ese vuelo, pero cambiaron la programación del viaje para viajar en otro con escala en Brasilia para seguir hacía Goiania, donde jugará esta semana ante el Goiás.
Más de 200 fallecidos
El avión accidentado, un Airbus de la aerolínea brasileña TAM, sufrió un accidente cuando, por causas desconocidas, no logró frenar tras el aterrizaje y acabó estrellándose contra una gasolinera y un edificio de la propia compañía aérea, provocando un incendio de enormes dimensiones.
Las víctimas mortales son 176 personas que viajaban a bordo del aparato, que había salido desde la ciudad de Porto Alegre (sur del país), y al menos 25 personas que se encontraban en el edificio de la TAM en el momento del impacto, aunque el balance final podría ser superior.
Según explicó un responsable cercano a la investigación al diario 'O Estadao', antes del aterrizaje del avión siniestrado, el comandante del vuelo fue informado por la torre de control de que la pista estaba mojada y resbaladiza. Pero, después del primer toque en el suelo, cuando parecía que el aterrizaje iba a efectuarse sin problemas, la torre mandó un aviso para el siguiente avión que esperaba para aterrizar.
En el momento del choque, explicó el oficial, la aeronave circulaba a 180 km/h, velocidad típica de quien intenta recuperar vuelo después de constatar que es imposible aterrizar.
El siniestro tuvo lugar alrededor de las 17:15 horas de ayer (hora local, 22:15 hora peninsular española). El pasado lunes un avión de la Pantanal también derrapó al aterrizar, también en un día lluvioso, aunque sin que se produjesen víctimas. La pista de aterrizaje había sido reformada recientemente.
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