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viernes, 24 de agosto de 2007

Calderón, abucheado en la presentación de Robben y Heinze

5.000 AFICIONADOS BLANCOS ACUDIERON AL SANTIAGO BERNABÉU


Robben y Heinze se enfundaron la camiseta blanca por primera vez, aunque se vieron eclipsados por los pitos a su nuevo presidente

Robben y Heinze se enfundaron la camiseta blanca por primera vez, aunque se vieron eclipsados por los pitos a su nuevo presidente



Ayer se vistieron de blanco los dos últimos fichajes blancos, que podrían debutar mañana en el derby

Por fin. Arjen Robben ya viste de blanco y, lo que parece todavía más increíble, Ramón Calderón ha cumplido una de sus promesas electorales, aunque haya sido con 14 meses de retraso.

Tras el fiasco en la Supercopa ante el Sevilla, las puertas del Bernabéu se reabrieron ayer para intentar levantar el ánimo de la afición madridista. Se notó que el público blanco tiene ganas de volver a ilusionarse y 5.000 hinchas acudieron a dar la bienvenida a sus dos caras nuevas, Heinze y Robben.

El primero en enfundarse la camiseta merengue fue el zaguero. Calderón, eufórico por lo que tenía preparado para después, calificó al argentino como “uno de los mejores laterales izquierdos del mundo”. A diferencia del jerarca, que ni le mencionó, las primeras palabras de Heinze fueron para recordar a Roberto Carlos: “Yo vengo a cumplir y a darlo todo, pero es imposible hacer olvidar a Roberto Carlos”. El ex jugador del Manchester United dejó claro que no admite comparaciones con el brasileño: “Yo soy un defensor, cuando voy a atacar yo ayudo, pero lo mío es defender”.

Pitos al presidente

Tras la puesta en escena del ‘Gringo’, llegó el momento más esperado por la afición. La gente llevaba mucho tiempo esperando ver a Robben y Calderón pensaba que se daría un baño de masas por haber cumplido con su primer fichaje prometido.

Nada más lejos de la realidad. En lugar de agradecer la llegada del holandés, la parroquia blanca abucheó a su presidente por la tardanza en su contratación y su incapacidad para cumplir las otras dos promesas, las más ilusionantes, las de Kaká y Cesc.

Así, Calderón eclipsó la presentación de su fichaje estrella y se convirtió en protagonista involuntario de la tarde. El jerifalte del Madrid tuvo que interrumpir el discurso de bienvenida a Robben porque el público le increpó e impidió que se le oyese cuando intentaba explicar por qué había prometido su fichaje.

Cuando logró terminar de hablar entre silbidos, le tocó el turno de palabra a Robben. El extremo apenas ha podido jugar en las dos últimas temporadas por sus lesiones, se mostró confiado en que la suerte le cambie: "No soy un jugador de cristal y puedo demostrarlo”. El holandés también confesó que estaba “desahogado” tras unas negociaciones muy duras.

Por último, a pesar de que Robben y Heinze llevaban tiempo sin jugar con sus equipos, ambos se pusieron a disposición de Schuster para jugar mañana el derby.

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