Nalbandián se corona en Madrid en una espectacular final

EL ARGENTINO DIO LA VUELTA AL MARCADOR ANTE UN FALLÓN FEDERER

David Nalbandián sorprendió a propios y extraños y dio la vuelta al marcador en la final del Mutua Madrileña Masters Masdrid tras doblegar a número uno del mundo, el suizo Roger Federer, por un marcador global de 1-6, 6-3 y 6-3 tras una hora y cuarenta y ocho minutos de juego. El argenino logró en la capital de España su primer título de la temporada y el sexto de la carrera, jugando a un nivel excepcional y haciendo las delicias de las abarrotadas gradas del Madrid Arena.

El partido comenzó con la tensión propia de una final de un Masters Series. Federer sabía que tener contundente con el servicio si no quería pasar apuros con el agresivo resto de Nalbandián, donde el argentino jugaría sus bazas para poder alzarse con la victoria final.

Los nervios le jugaron una mala pasada a Nalbandián, que vio como Federer le rompía el servicio en la primera de las oportunidades que tenía. El suizo movió al argentino de un lado al otro lado de la pista y con la suerte de cara, se puso por delante en el luminoso. Una ventaja que pudo quedar en nada si en el siguiente juego Nalbandián hubiera aprovechado alguna de las dos opciones de break de las que dispuso -la segunda se fue al garete por culpa del 'ojo de halcón' que por problemas técnicos en la pista no pudo ejecutarse-.

Quien perdona al número uno lo termina pagando. En el sexto juego, y con Nalbandián al servicio, Federer aprovechó de nuevo la segunda de las dos oprtunidades que tuvo de ruptura. Sin un tenis exquisito, pero eficaz, el suizo hizo los deberes y encarriló la primera manga. Una de las claves fue el bajo porcentaje de efectividad de David con el segundo servicio -apenas un 33% en el primer set. En apenas media hora de juego, Federer se llevó el primer parcial con un contundente 6-1

Nalbandián puso las tablas en el marcador a base de buen tenis

Para alborozo del público que abarrotó las gradas y los palcos del Madrid Arena, Nalbandián no tiró la toalla en la reanudación. Logró aprovechar, esta vez sí, la primera oportunidad de break que tuvo y pronto se fue con una ventaja de 3-0 en el luminoso. Federer perdió puntería y cometió excesivos errores no forzados -hasta trece en el segundo set-. Nalbandián nos recordó al mismo que arrolló a Nadal y a Djokovic, y tras salvar dos pequeños apuros en el séptimo juego, cerró el segundo parcial con un claro 6-3.

En el tercer y definitivo set, la sorpesa se hizo efectiva y Nalbandián disfrutó del primer asueto en la silla con ventaja en el luminoso. Federer, muy fallón, veía como el partido, el mismo que tenía totalmente controlado, se tornaba del blanco más claro al negro más profundo. David encontró el látigo y Federer la desesperación. Llevado en volandas por un público ávido de buen tenis, Nalbandián logró un nuevo break, el set, el partido y el título con un último parcial de 6-3. El tenis hizo justicia y ganó el mejor.