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viernes, 10 de agosto de 2007

Iniesta y Xavi: Pequeños gigantes

LOS DOS ‘JUGONES’ DEL MEDIO CAMPO BLAUGRANA FORMAN UNA PAREJA DE ALTURA


Xavi e Iniesta posan ante unos imponentes edificios en Hong Kong

Xavi e Iniesta posan ante unos imponentes edificios en Hong Kong


Son la envidia de Europa por su manejo del balón. Esa destreza deja en anécdota su estatura, lejos de la ‘moda’ actual que prima el físico sobre el talento

Son pequeños de tamaño pero grandes en el juego. Algunos de sus compañeros les envidian porque hacen el fútbol tan fácil que deja en evidencia a los que tienen que sudar sangre y lágrimas para mantenerse en lo más alto. Nadie como ellos para lanzar al equipo al ataque o marcar el ritmo de un partido. Una vez, el holandés Marc Van Bommel reconoció que jugar con ellos era un poco desesperante porque se daba cuenta de lo lento que era: “Voy siempre dos segundos por detrás”, reconoció.

Se mueven de forma armónica, sin apenas estridencias son capaces de ocupar todo el mediocampo, se entienden a la perfección, “hemos mamado de la misma escuela” y no le hacen ascos a marcar el territorio cuando hace falta. Son Xavi e Iniesta. Dos jugadores de altura que están llamados a ser los grandes trampolines del tridente, sean cuales sean, al final, sus integrantes.

A simple vista parecen dos jugadores tallados bajo el mismo perfil, pero la realidad tiene bastantes matices. Xavi cuenta con más capacidad de posesión de balón, manejo del ritmo de partido y fiabilidad a la hora de ocupar su zona cuando no tiene el balón en los pies, mientras que Iniesta es más ofensivo, mucho más vertical y con un disparo más potente. Son el punto de equilibrio perfecto entre dos caras de la misma moneda. Por eso se entienden tan bien porque lo que no hace uno ya lo cubre el otro, y viceversa.

“Con Andrés es muy fácil entenderse. Tendría que ser tonto para no conectar con él tras los años que llevamos juntos. Nunca pierde el balón, técnicamente es perfecto y tácticamente no tiene ningún error”, apostilla Xavi, mientras Iniesta le da palmadas en la espalda agradeciéndole todos los piropos. “Con Xavi es también muy fácil entenderse. Sin mirarle ya sé dónde está en el campo. Nos conocemos tanto que ya tenemos hasta un poco de telepatía”, resume el de Fuentealbilla.

El otro tridente

Cuando les preguntan por si el auténtico tridente está en el mediocampo y no en el ataque, ambos se muestran un tanto recelosos. “Hay más jugadores, no sólo Iniesta y yo; están Deco, Edmílson o Márquez. Lo importante es que todos estemos bien. Lo que sí parece lógico es que la idea del mister es que siempre haya tres centrocampistas para dar equilibrio a la zona medular”, apunta Xavi. Iniesta también es de la misma opinión: “No hay tres jugadores sino muchos más. Cualquiera puede jugar. Es una competencia sana en la que vivimos desde hace tiempo”.

No les molesta que les llamen ‘pequeños’, aunque les gusta más el apodo de ‘jugones’. “Cada uno tiene su opinión. Nosotros nos limitamos a explotar nuestras características: posesión de balón, llegada, movilidad, asistencias. Cada papel tiene sus virtudes y defectos”, indica el manchego. A Xavi tampoco le supone ningún problema: “No mido 1,90, pero a lo mejor si midiese eso me afectaría en mi juego. En el mediocampo no es tan necesaria la altura como la movilidad, el pase, la visión de juego y la agilidad mental. Esto no es baloncesto sino fútbol”.

Y para jugador alto ya han fichado esta temporada a Touré Yaya, un espigado marfileño que atesora una capacidad técnica envidiable, pero que no rehuye el cuerpo a cuerpo. Xavi e Iniesta se sienten mucho más cómodos con su ‘guardaespaldas’ al lado. “La verdad es que es un jugador muy completo y polivalente”, subraya Andrés, mientras que Xavi ahonda un poco más allá en sus explicaciones: “Se trata de una posición muy difícil porque has de mantener el equilibrio entre la defensa y el mediocampo. Touré nos ha sorprendido a todos porque ha cogido los mecanismos muy rápido y te da mucha seguridad”.

Iniesta ha dejado además de ser el eterno jugador número 12 y se reivindica para una plaza como titular, con permiso de Deco y Xavi. “Estoy contento con el camino que he hecho y dónde he llegado hasta ahora. No sé si he triunfado porque considero que aún tengo que ganar muchos títulos. Está claro que ya no tengo nada que ver con hace dos años. He crecido y madurado como futbolista. Me siento mucho más seguro de mí mismo. El año pasado jugué casi todos los partidos y espero seguir haciéndolo este año”.

Ambos, curiosamente, tienen cuentas pendientes con la Champions. A Andrés aún le duele un poco la final ante el Arsenal en París, “no por el resultado que fue increíble”, sino porque “no jugué en el equipo titular y eso fue una gran decepción para mí”, mientras que Xavi asume que “la lesión me dejó fuera y siempre te queda algo dentro pensando que podría haber jugado; aunque esta final la siento tan mía como el que más”. Tras la ‘decepción’ de París, ahora les espera la final de Moscú. Un sueño que ambos y el equipo se han marcado como meta.

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