NO LE RECRIMINÓ EL CONTENIDO DE SUS DECLARACIONES
El holandés estaba en desacuerdo con la forma que había utilizado para denunciar esta situación, pero no en sus críticas.
Edmílson le explicó a Rijkaard que se le ocurrió pronunciar las palabras ‘oveja negra’ tras ver un cartel publiciario en el Camp Nou
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Frank Rijkaard zanjó ayer la polémica abierta por el brasileño José Edmílson con sus declaraciones, en las que aseguraba que en el vestuario había alguna “oveja negra”, de una manera un tanto ‘su generis’ y particular. Y es que el entrenador holandés no renegó en ningún momento del contenido de las lamentaciones del jugador-”yo no puedo decir que Edmílson no tenga razón- sino de haber escampado esta situación a los cuatro vientos -”su gran error ha sido hacerlo público”- dando a entender claramente que lo que tenía que haber hecho es haberlo comentado de forma privada dentro del vestuario. Es decir, Rijkaard, como buena parte de la plantilla, está de acuerdo, con algunos matices, en el fondo, pero para nada en la forma.
El técnico hasta intentó excusar la metedura de pata del brasileño asegurando que “todos somos humanos”, para añadir seguidamente que “algunos jugadores cuando hablan ante los medios de comunicación empiezan a perder conciencia de lo que pueden provocar con sus palabras”. Tanto es así que hasta encontró un argumento para explicar el porqué Edmílson recurrió durante la entrevista a la famosa definición de ‘oveja negra’. “Parece ser que en el campo había un anuncio publicitario que se podía leer esa palabra y entonces la soltó sin saber las consecuencias”.
Rijkaard, que se reunió ayer mismo con el jugador para acabar de conocer todos los detalles, insistió en su defensa hacia Edmílson: “Ha dicho todas estas cosas pensando en el bien del equipo”. Sin embargo, el técnico siguió lamentando que lo ‘ventilara’ a través de la prensa: “Los mensajes se tienen que hacer dentro del vestuario”. El técnico aclaró que fueron los propios jugadores quienes quisieron atajar el problema cuanto antes para evitar que esta polémica se fuera alargando ‘sine die’: “La plantilla quiso aclarar esta situación con el jugador. Está bien que hablen entre ellos y saquen sus conclusiones”. La pregunta inmediata fue cuál era la conclusión principal que habían extraído entre todos. “Que estas cosas se lavan dentro y no fuera”, respondió el técnico blaugrana.
Rijkaard, defensor a ultranza de la autogestión, aplaudió que el equipo haya reaccionado con “sentido común”a esta situación abierta por un compañero: “Le han abierto los brazos como una familia”. Ahora bien, la reunión tampoco fue plácida como reconoció el técnico: “Se han dicho las cosas a la cara y lo que no ha gustado de sus declaraciones; evidentemente no puedo decir todo lo que ha dicho el vestuario porque entonces yo mismo abriría otro caso Edmílson”, concluyó, a la vez que ponía punto final a la crisis, subrayando que “ya se ha solucionado este tema y el equipo lo ha sabido gestionar bien”.
De hecho, el técnico blaugrana intentó positivizar esta crisis abierta, asegurando que el equipo tenía ahora todas las cartas en su mano para reaccionar y responder con buen juego y victorias. “Lo que hay que hacer ahora es reaccionar en el campo y funcionar como una familia. Ahora tenemos una gran prueba ante el Recreativo. Es en el campo donde hay que actuar y reaccionar. Ahora es el momento de dar la cara, demostrar que estamos metidos y decir a por ellos. Este equipo quiere hacer buenos resultados y dar alegrías a los socios. Demostrar a nuestro público que somos valientes y que estamos vivos en todas las competiciones. Empezamos de cero”.
Su arenga siguió bajo los mismos parámetros varios minutos más: “Hay que jugar bien, con juego atractivo y ganar. Es necesario el buen trabajo, el sacrificio y el compañerismo. El equipo ha de transmitir esa unidad”.
“Si veo que dando un permiso entonces hay un bajón, actuaré”
Rijkaard abordó la polémica sobre el permiso que le dio a Márquez para macharse a Méxco a atender unos compromisos publicitarios: “Le di permiso porque no había partido. El problema no es atender a los compromisos publicitarios sino que éstos luego te afecten a tu rendimiento en el campo. Por ejemplo, Iniesta un día jugábamos fuera y una peña quería darle un premio antes del partido. El jugador fue y luego jugó a buen nivel. Entonces no hay ningún problema. Si detectara que a un jugador que ha tenido permiso luego no rinde, entonces sí que actuaría”.
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Desmintió haber recibido un ultimátum por parte de Laporta
El técnico desmintió de forma tajante haber hablado en las últimas horas con el presidente blaugrana Joan Laporta y mucho menos haber recibido un ultimátum como se ha publicado en algún medio de información. “No es verdad que haya hablado con Laporta y no he recibido ningún ultimátum. Yo estoy muy tranquilo porque me siento totalmente apoyado por la directiva”.
Sobre su estado anímico, aseguró que “para mí trabajar en el Barcelona es un regalo. No estoy preocupado, sigo con las mismas ganas que siempre. Insisto que estoy muy tranquilo. Cuando estoy preocupado es cuando hay muchos elogios porque me da vergüenza”.
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