Deco se pone las pilas

VUELVE EN SU MEJOR VERSIÒN

Deco volvió a ser el de las primeras temporadas ante el Athletic (foto: )

Tras una pretemporada en la que ha tenido que ganarse de nuevo la titularidad y la confianza de Rijkaard, Deco apunta hacia su mejor versión

Una media de diez asistencias

Si su eficacia goleadora se vio penalizada en la última temporada, en lo que no bajó el pistón Deco fue en su facilidad para dar pases de gol a sus compañeros. En la pasada Liga completó hasta 12 asistencias en 31 partidos, además de otras tres en la Liga de Campeones, una en la Copa del Rey y una en el Mundial de Clubs. En total, suma 30 en los 134 encuentros oficiales que lleva jugados como blaugrana, con una media de 10 por temporada.

La frase de Frank Rijkaard en la que señalaba a Deco de Souza como el mejor indicador del estado de forma del Barça, su ‘barómetro’, ha sido explotada hasta la saciedad en los últimos tres años. No es para menos si se repasan los resultados de los cursos más recientes. Siempre que el brasileño ha estado en plena forma, centrado en la causa culé, el Barça no sólo ha sido el equipo más vistoso del continente; también, el más competitivo, un rival temido.

Tras dos campañas inolvidables, el Barça cayó en la autocomplacencia y dilapidó su crédito. El ‘barómetro’ marcó sus índices más bajos, como la mayor parte de los cracks del equipo. Resultado: campaña en blanco.

Después de los actos de constricción y una pretemporada repleta de rumores en torno a su futuro, resultaba una incógnita cómo iba a reaccionar Deco. Su suplencia en buena parte de los partidos de la pretemporada se vio ratificada en el debut liguero en Santander en donde el Barça fue casi un calco de su versión del 2006-07.

Sin embargo, el centrocampista de Sao Bernardo do Campo es un futbolista de carácter, que acepta de muy mal grado la suplencia. Rijkaard le devolvió un sitio en el once frente al Athletic y él respondió completando una actuación más que notable. Deco volvió a ser el centrocampista omnipresente, capaz de ayudar a armar el juego de ataque pero con fuelle también para atender a las labores defensivas.

No debe de ser una casualidad que, coincidiendo con su buena actuación, el nivel del Barça ganara bastantes enteros respecto a su actuación en el Nuevo Sardinero.

De hecho, Rijkaard ha prescindido de él en contadas ocasiones cuando ha estado en condiciones de jugar. En la primera temporada, la 2004-05, jugó todos los partidos en los que estuvo disponible excepto en el Shakhtar Donetsk-Barça (2-0) de la Liga de Campeones, que siguió desde el banquillo pues los blaugrana ya estaban clasificados para la siguiente fase; y en el último partido de Liga, el Real Sociedad-Barça (0-0) en el que no fue convocado. Aportó diez goles en los 42 partidos oficiales en los que participó, su mejor registro hasta el momento en esta faceta.

Ya en la 2005-06, fue sonada la decisión de Frank de dejarlo en Barcelona junto a Ronaldinho para el partido frente al Betis (1-4). Sus descartes fueron interpretados como un toque de atención y, de hecho, a partir de ahí se produjo la reacción del equipo. Además de ese partido, el lusobrasileño empezó en el banquillo el Getafe-Barça (1-3) de la décima jornada y no jugó ni un minuto del Málaga-Barça (0-0) pese a viajar hasta allí.

En el pasado ejercicio, Deco se quedó en el banquillo en el Barça-Sevilla (3-1) y no fue convocado para el Barça-Athletic (3-0). Su rendimiento fue el más pobre desde su llegada al club (1 gol en 31 partidos de Liga) pese a que Rijkaard le mantuvo su confianza hasta el final. Ahora, Deco ha tenido que ganarse la titularidad desde el primer entrenamiento de la pretemporada y no la ha conseguido hasta el segundo partido oficial. Pero el barómetro funciona.

Tuvo una pretemporada muy movida

El verano del 2007 ha sido especialmente movido para Deco, que ha visto como su nombre salía, un día sí y otro también, en las quinielas para abandonar el Barça. Al interés que manifestaron diferentes clubs por reclutar sus servicios, se unieron las dudas de un sector de la directiva que pensaba que la salida del jugador era necesaria para conseguir la reacción del equipo tras una campaña para olvidar.

Al final se impuso el sector que apostaba por darle un voto de confianza, en la misma línea que mantuvieron tanto el secretario técnico, Txiki Begiristain, como el entrenador Frank Rijkaard.

El asunto quedó zanjado cuando el presidente Joan Laporta anunció públicamente que el jugador no estaba en venta por decisión expresa de los técnicos.

Deco había manifestado su inquietud al regreso de sus vacaciones y envió un mensaje claro: si no contaban con él podían traspasarle. Sin embargo, los dirigentes del club le ratificaron su confianza para que continúe en la disciplina azulgrana.