‘San Tamudo’ tuvo que salir al rescate

SEVILLA, 2 - ESPANYOL, 3

Luis García es felicitado por sus compañeros tras lograr el segundo gol del Espanyol ante el Sevilla

Tomàs Andreu

El Espanyol rompió todas las previsiones y reaccionó ante el rival más difícil y complicado al que se ha enfrentado hasta ahora en la Liga. El equipo de Valverde estuvo muy cerca de repetir la decepción de los enfrentamientos ante Betis y Recreativo, pero en la recta final del encuentro encontró a su ‘salvador’ habitual. Raúl Tamudo aprovechó su ocasión para sellar una victoria que tuvo mucho riesgo de escaparse de la manos.

Lo pasó mal el Espanyol, pero mejoró ostensiblemente en el Sánchez Pizjuán con relación a sus dos anteriores desplazamientos, confirmando las virtudes y defectos que ha venido enseñando desde que empezó la competición liguera. Este Espanyol tiene un potencial ofensivo espectacular (seis goles en campo contrario), con alternativas diversas que, no obstante, aseguran todas contundencia a la hora de rematar. Eso es un lujo para un técnico y la gran virtud del colectivo blanquiazul.

Pero, paralelamente, sigue siendo un conjunto vulnerable y que no sabe mantener su ventaja en el marcador. El Sevilla, sin estar en su mejor momento, tuvo en sus botas la posibilidad de remontar. Se repetía el guión por tercera vez, lo que habría profundizado más en la herida y habría creado más dudas e incertidumbres en el colectivo blanquiazul. Nadie hubiese pensado que por el potencial y calidad del adversario era comprensible que los locales igualasen los dos goles de diferencia que había logrado el Espanyol por mediación de Angel y Luis García.

Lo estaba pasando mal, muy mal, el Espanyol en la recta final del choque. Había desarrollado un buen partido, con más orden defensivo y pegada en ataque, pero los locales estaban apretando muchísimo y poniendo cerco a un Kameni que evitó con tres intervenciones que el Sevilla mandase en el marcador. Y, entonces, Valverde decidió poner al capitán en el campo. Tamudo saltó al terreno de juego en un momento complicadísimo, quedaba un cuarto de hora y el temor a una nueva derrota flotaba en el ambiente perico. Raúl no se inmutó, esperó su ocasión y, como un felino, pegó el zarpazo definitivo. Aprovechó un error de los centrales sevillistas para plantarse solo ante Palop. Un disparo raso y gol... Quedaban tres minutos escasos y, entonces sí, el triunfo ya no se iba a escapar. Resopló Valverde, resoplaron los jugadores...

Tamudo lo es todo en este equipo. Seguirán existiendo voces críticas con él, pero en las situaciones más delicadas aparece dispuesto al rescate. La dinámica del Espanyol se ve, tras la miritoria y espectacular victoria de anoche, de forma muy distinta a la que se habría creado con una nueva derrota. Su gol dará confianza y seguridad a los jugadores, llevará la tranquilidad a las gradas y al Consejo y permitirá ver el inmediato calendario con otros ojos.

Ficha técnica:

Sevilla FC: Palop; Daniel Alves, Mosquera (Koné, m.46), Escudé, Adriano (Kanouté, m.63); Jesús Navas, Keita, Maresca, Duda (Diego Capel, m.46); Renato y Kerzhakov.

RCD Espanyol: Kameni; Lacruz (Zabaleta, m.79), Jarque, Torrejón, Chica; Valdo (Tamudo, m.76), Moisés Hurtado, Ángel, Jónatas (Lola, m.66), Riera; y Luis García.

Goles: 0-1, M.29: Ángel. 0-2, M.54: Luis García. 1-2, M.61: Jarque, en propia puerta. 2-2, M.68: Koné. 2-3, M.88: Tamudo.

Árbitro: Manuel Enrique Mejuto González (Comité Asturiano). Amonestó a los visitantes Riera (m.47), Luis García (m.54) y Zabaleta (m.85) y a los locales Jesús Navas (m.62) y Renato (m.92).

Incidencias: Partido disputado en el Sánchez Pizjuán ante cerca de 45.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Antes del partido los jugadores del Espanyol se dirigieron al lugar del campo donde le dio la parada cardiorrespiratoria a Antonio Puerta y depositaron un ramo de flores en recuerdo del futbolista fallecido.