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viernes, 2 de noviembre de 2007

Cuando el portero es el jugador más destacado, muy mala señal. Víctor estuvo inspirado y frustró la victoria pucelana

Y Valdés evitó el KO


Valdés fue decisivo y sus intervenciones salvaron al Barça en el Nuevo Zorrilla

Valdés fue decisivo y sus intervenciones salvaron al Barça en el Nuevo Zorrilla

Jordi Gil
En el área contraria decidió Ronaldinho, mientras que en la propia parcela barcelonista fue Víctor Valdés quien echó un cable a sus compañeros de la defensas, especialmente desafortunados, para evitar que el Valladolid sumara dos puntos más y se llevara la victoria. Hasta en cuatro ocasiones fue decisivo y en otras estuvo muy atento para interceptar las acciones contrarias.

Valdés se mostró muy concentrado desde el primer minuto y no acusó el frio que reinaba en la capital vallisoletana. Para un portero es más difícil entrar en calor ya que no tiene la oportunidad de correr libremente sobre el césped. Sin embargo, el meta catalana fue providencial desde que saltó al campo. Tan sólo habían transcurrido tres minutos cuando Jonathan Sesma se marchó de Puyol y el meta desbarató la oportunidad en el uno contra uno. Los agujeros en la defensa eran más profundos de lo aconsejable, especialmente por las bandas, donde el propio Sesma y Sisi se convirtieron en una pesadilla. Fue éste último quien volvió a poner en apuros al guardameta a los once minutos con un disparo que Valdés interceptó a tiempo.

Incluso, en la jugada que terminó en el tanto de Llorente estuvo veloz en su salida a los pies del delantero vasco. La mala suerte fue que el rebote golpeó en la pierna del pucelano y el balón acabó entrando mansamente en la portería. Valdés se desesperó viendo como a la tercera, el despiste de la defensa condenaba al equipo a tener que remontar.

El Barça pasó a dominar más el juego tras el tanto del Valladolid y Víctor respiró un poco más tranquilo, aunque en la segunda parte volvieron las complicaciones cuando el choque se rompió. Sus reflejos salvaron al cuadro barcelonista en el minuto 62 cuando desvió con la pierna un cabezazo del omnipresente Sesma que se colaba por el palo corto. La rapidez fue nuevamente su mejor aliada en el minuto 77 en un control un tanto largo del delantero Víctor en el interior del área. El portero del Barça salió a tiempo para frustrar que el veterano ariete le pudiera encarar.

Fueron en total cuatro paradas de gran mérito, pero tampoco hay que olvidar que en las salidas estuvo muy seguro y que estuvo en todo momento bien colocado, como en un disparo de Ogbeche cuando el partido ya moría, que atrapó con seguridad.
Un gran partido del guardameta, quien partido tras partido es una garantía.

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