VALLADOLID-BARÇA
El entrenador holandés sacó ayer el látigo tras la nefasta imagen que dio su equipo, sobre todo en la segunda parte
Enviados Especiales
El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, salió ayer indignado del juego de su equipo ante el Valladolid, sobre todo en la segunda parte. El técnico holandés se quitó la máscara de persona hierática e imperturbable para desenterrar el hacha de la guerra y desmenuzar uno por uno, y sin compasión, los numerosos errores que cometieron sus hombre tras el descanso.Mientras que la primera parte la calificó simplemente como “un partido regular”, la segunda se explayó largo y tendido para definirla como un “auténtico desorden; no hubo sentido de equipo ni organización”. Pero sus acusaciones fueron mucho más allá de un simple análisis táctico: “Hay que sacrificarse más sin balón, correr más cuando no hay balón, hacer más trabajo sucio, jugar para el equipo, no hacer la guerra por tu cuenta...”.
No hay duda de que Rijkaard estaba francamente enfadado. Se marchó del Nuevo Zorilla con un sabor a derrota,pese al empate. porque tras dos meses de temporada oficial su equipo parece que está lleno de dudas. “La solución a todo esto es más trabajo y sacrificio. Está claro que tenemos mucha calidad en nuestro equipo, pero si no trabajas ni corres tanto como el rival, todo esto no sirve para nada. Ha faltado sacrificio y hemos fallado como colectivo”.
Rijkaard parecía no tener fin en su listado de errores y frustraciones: “No hemos cumplido con nuestro trabajo ni hemos jugado como debemos; tenemos que analizar y estudiar el por qué de todo esto”.
El técnico llegó a poner un ejemplo revelador sobre la empanada mental de sus jugadores en la segunda parte: “En el ataque hubo momentos que llegamos a acumular hasta cuatro jugadores en la zona central, sin que ninguno se abriera a banda, Así es muy difícil crear ocasiones”.
El holandés explicó los motivos de sus cambios, algunos más obligados por las circunstancias que otra cosa. Por ejemplo, el del marfileño Touré Yaya, “lo sustituí por precaución porque había recibido un golpe”. En cambio el de Márquez sólo fue por “razones tácticas” y el de Bojan fue más por culpa de Messi que por otra cosa, “Leo se iba siempre hacia el centro, entonces decidí que Gio podría abrir más la banda”.
No hay duda de que Rijkaard tenía pocos argumentos para defender a sus jugadores. Ni tan siquiera defendió a los suyos por las ganas que le pusieron, ya que “acelerar más no significa hacer la guerra por tu cuenta”.
Ante tanto desmán y despropósito, el entrenador blaugrana insistió que “no hemos cumplido con nuestro trabajo”.
El holandés se quedó con pocas cosas del partido de ayer. Como mucho, el gol de Ronaldinho, “la verdad es que fue muy bonito” y la jugada del palo de Bojan, “fue na gran acción individual que le faltó acabar en gol”.
Pese a retratar todos los males de su equipo, también destacó el buen juego del rival: “El valladolid ha demostrado ser un equipo muy fuerte en casa y que juega muy ordenado”.
Lo incomprensible para Rijkaard de esta situación es que “hace poco tiempo jugábamos bien como colectivo”. De ahí que insistió en que “tenemos que valorar lo que ha pasado”.
En todo caso, cuando le preguntaron por los cuatro puntos que ya separa al Real Madrid del Barcelona, Rijkaard intentó no darle más importancia de la que tenía a estas alturas de la temporada: “Todavía faltan muchos partidos. La verdad es que esto cuatro puntos no me dicen mucho. Una Liga se gana siempre en la segunda vuelta. Lo que hay que hacer ahora es seguir sumando puntos y esperar a que los jugadores que tenemos lesionados se vayan recuperando. Ya les tocará sufrir a los otros equipos”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario