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sábado, 8 de septiembre de 2007

Laporta, a corazón abierto

SPORT ENTREVISTA EN EXCLUSIVA AL PRESIDENTE DEL BARÇA

Laporta se sinceró para SPORT

Laporta se sinceró para SPORT (foto: )


Joan Laporta, presidente del Barça, nos abrió su despacho y su corazón en los prolegómenos de una temporada en la que tiene muchos retos


Todavía conserva el moreno de un verano ajetreado. Sólo una semana de descanso en S’Agaró con su familia, pero suficiente para ofrecer una imagen relajada y una sonrisa radiante. Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, afronta su quinta temporada al frente del club. La primera en la que se enfrenta al juicio sumarísimo de los socios y los aficionados tras un fracaso deportivo.

La temporada pasada usted aseguró que el objetivo del equipo era ganar los siete títulos… y al final sólo se conquistó la Supercopa de España y la Copa Catalunya. ¿Sigue poniendo esta campaña un nivel de exigencia tan alto a pesar de la decepción?

El objetivo es competir para ganar. Y jugar para que los barcelonistas estén contentos y se sienten orgullosos de su equipo. Y para ganar, lo que tenemos que hacer es no caer en los errores de la pasada temporada que fueron el exceso de confianza, la relajación, la autocomplacencia y no ser conscientes de lo mucho que nos jugábamos. Hay que trabajar con mucha profesionalidad, compromiso con el club y con ilusión renovada. Todo está por hacer y la plantilla tiene el reto de demostrar que es un equipo ganador.

¿Cómo se puede pasar de ser el mejor equipo del mundo, después de ganar Liga y Champions, a sufrir un revés tan grande?

Hubo un exceso de confianza en el talento de este equipo. Y esto es culpa de todos, pero especialmente del vestuario. No se puede admitir la manera en que se perdieron la Liga y la Copa del Rey.

¿Qué medidas se han tomado para que esto no vuelva a repetirse?

En primer lugar se ha hecho un análisis de los motivos que nos llevaron a realizar una temporada tan decepcionante. Posteriormente se ha enviado un mensaje de que hay que renovar la profesionalidad, el compromiso y la ilusión. Y se han establecido unos mecanismos de seguimiento y control de los entrenamientos, de la preparación física y de todos los otros aspectos que rodean la actividad profesional diaria del equipo. También se ha creado una Comisión Deportiva formada por Txiki Begiristain, Rijkaard, el doctor Ramon Canal como jefe de los servicios médicos, Paco Seirul.lo, como máximo responsable de la preparación física y dos directivos.

Usted prometió, nada más finalizar la pasada temporada, una renovación profunda de la plantilla. ¿Cree que se ha hecho y se ha hecho bien?

Sí se ha hecho y de forma muy eficaz. Se han producido unas altas que eran necesarias para reforzar posiciones y que han comportado unas bajas en las líneas respectivas. Se ha fichado a Milito y Abidal en defensa, a Touré para el centro del campo y a Henry para la delantera, además de las incorporaciones de Bojan y Giovanni Dos Santos. Estas incorporaciones nos aportan renovación y frescura.

En cuanto a la dinámica del vestuario, ¿cree que se ha conseguido darle la vuelta?

Espero que sí. Y por la cuenta que nos trae a todos, empezando por la directiva, confío en que todos hayan entendido el mensaje. Hay que confiar en que no se vuelvan a cometer los mismos errores.

¿En algún momento se ha cuestionado el trabajo de Rijkaard durante la pasada temporada?

No. Siempre ha tenido la confianza de la secretaría técnica y de la directiva. Evidentemente, también es uno de los responsables de lo que pasó la temporada pasada, pero en ningún momento nos hemos planteado retirarlo del primer equipo. Es un hombre que ha demostrado sus cualidades para dirigir este grupo, aunque el año pasado cayó en los mismos errores en los que caímos todos. La plantilla y el cuerpo técnico tienen la culpa directa de lo sucedido, pero Frank ha compartido nuestro análisis de la situación y está preparado para redirigir la situación con la máxima ilusión por seguir siendo el entrenador del Barça.

¿Entiende que los socios y aficionados estén enfadados con lo que pasó la temporada pasada y ahora se encuentren vigilantes y a la expectativa?

Sí. Es un sentimiento que yo también tengo. Lo entiendo y lo comparto. Pero una vez superado el malestar, ahora tenemos que empezar una nueva temporada, que no de cero, y entrar en un estado de tranquilidad para poder crear entre todos una atmósfera de unión pero también de exigencia. Una de las cosas que nos faltó la temporada pasada, en un momento determinado de la campaña, fue la atmósfera de victoria que supieron crear en Madrid y gracias a la cual nos ganaron la Liga. Nosotros, ante la relajación que había, ante el exceso de confianza, dimos por hecho muchas cosas y nos equivocamos.

¿Cree que la presencia de nuevas caras en el equipo, con jugadores jóvenes, también es importante para renovar la ilusión?

Es fundamental. En primer lugar para los socios del Barça. En segundo lugar, para el técnico. Y, por supuesto, para el vestuario. Henry, en este sentido, creo que es el paradigma de la actitud que les pedimos a los jugadores. Aportará compromiso y liderazgo.

La temporada ha sido mala desde el punto de vista deportivo, por lo que se refiere al primer equipo de fútbol. Pero, ¿cómo están de salud la economía y el apartado social del club?

Están en uno de los mejores momentos de la historia del club. Todo es mejorable, pero estamos viviendo una situación de bonanza económica. Quiero dar las gracias a la confianza que nos dieron los socios en la asamblea. Presentamos unas cuentas con beneficios por cuarto año consecutivo sin ninguna salvedad por parte de los auditores. Creo que estamos dando una imagen de solidez y de sostenibilidad económica. La deuda bancaria prácticamente se ha saldado y estamos en disposición de aumentar nuestro patrimonio. Las entidades financieras, además, ven en nosotros una gran solvencia. Estoy muy satisfecho de cómo se está gestionando el club. La idea del nuevo modelo de club que articulamos al principio de nuestro mandato se ha ido mejorando hasta alcanzar unos resultados óptimos.

Pero a veces los resultados deportivos, concretamente del equipo de fútbol, ‘tapan’, a los ojos de socios y aficionados, los éxitos de la gestión…

Esto es la vida y hay que aceptarlo. Pero lo importante es lo que queda. A todos nos hubiera gustado tener una gran temporada de éxitos deportivos, pero a pesar de la gran decepción hay un margen de confianza porque se están haciendo bien las cosas desde el punto de vista económico e incluso social. Eso quiere decir que el modelo de gestión del club funciona y no se resiente si nos hay éxitos deportivos. Esto es muy difícil en una industria como la del fútbol, en la que a veces caes en la tentación de ir al día a día. El factor emocional es muy importante, pero se trata de encontrar el equilibrio entre las emociones y la gestión de una empresa como es el Barça. Estamos gestionando el club como si fuera una multinacional y nos está dando unos resultados muy buenos.

EL NUEVO CAMP NOU

Hablemos de proyectos de futuro. Uno de los más importantes es la remodelación del Camp Nou.


Nosotros queremos hacer un estadio más confortable, más seguro, más funcional y más rentable en todas sus prestaciones, y estoy convencido de que será una joya arquitectónica que se avanzará a su tiempo. Me hace mucha ilusión que se convierta en un icono de la ciudad.

¿Cuánto dinero puede llegar a costar la remodelación del Camp Nou?

Todavía no existe un presupuesto, pero el coste debe quedar sufragado por todo el proyecto del Mini Estadi y de sus terrenos colindantes. Este proyecto debe financiar el nuevo Camp Nou y el nuevo Palau Blaugrana.

¿Y el coste social que pueden suponer las obras para los vecinos de Les Corts?

Nosotros queremos que nuestros vecinos nos ayuden a desarrollar todas las ideas que tenemos para el Camp Nou y para el barrio. Por eso en la toma de decisiones sobre el futuro del estadio interviene una Comisión Cívica creada al efecto. Cuando se ejecutan grandes proyectos ciudadanos pueden generarse ciertas molestias, pero la gente debe ver esta incomodidad como un factor de progreso en el sentido de que es temporal. Creo que existe un alto grado de comprensión de que este proyecto es necesario para el Barça y muy positivo para la ciudad y para el barrio. Se abrirán unas arterias que mejorarán la accesibilidad y la movilidad. El Barça dejará de ser una barrera arquitectónica para el barrio de Les Corts. Queremos que tanto el estadio como el resto de las instalaciones sean permeables y que el entorno del Camp Nou se convierta en un gran parque, al estilo inglés, por el que todo el mundo pueda pasear.

¿Cómo valora el nuevo contrato con Nike hasta el 2018 con el visto bueno de la asamblea?

La actitud de la asamblea fue muy responsable y le reitero mi agradecimiento. Este contrato es histórico. Es el mejor contrato de equipamiento deportivo que existe en el mundo. Lo hemos firmado con una multinacional de la solvencia de Nike y eso nos ofrece unas enormes garantías. Además, durante la negociación, ha existido una especial sensibilización hacia lo que el Barça representa y nuestro posicionamiento como más que un club en el mundo. Existe, al mismo tiempo, la voluntad de trabajar conjuntamente para hacer que esto sea mucho más que un simple contrato comercial.

El acuerdo con UNICEF para llevar el logotipo de esta institución en la camiseta se mantendrá. ¿Habrá algún retorno económico para el Barça o se trata únicamente de posicionar al club como el más solidario del planeta?

Lo que se busca con este contrato es la esencia de la solidaridad. Y se busca que el Barça transmita la imagen de que somos un club que intenta aportar algo de felicidad a las personas más vulnerables, que son los niños. Lo haremos en Catalunya y lo haremos en el resto del mundo. Esto comporta para el Barça una imagen que ha sido reconocida internacionalmente y también, aunque sea indirectamente, un retorno económico. El primer ejemplo es el acuerdo con Niké. Nosotros hemos pasado de promover una empresa tradicional –como cualquier sponsor de otro equipo– a aplicar parámetros de lo que es la responsabilidad social corporativa que nos lleva a aplicar un marketing social moderno e innovador, propio del siglo XXI. Y en esto somos líderes.

¿No cree que, en este sentido, la Fundació todavía no ha dado el salto cualitativo que le corresponde ante esta política social que se impone desde el club?

Yo creo que la Fundació ha sido una de las grandes revelaciones de nuestro proyecto. Nos ha dado la capacidad de ser pioneros en la promoción de la solidaridad a través de un club deportivo. La Fundació se ha convertido en uno de los pilares del Barça. Está haciendo, finalmente, obra social, obra benéfica. Tiene un presupuesto autónomo que se destina a las finalidades propias de la Fundació. Los primeros años estuvimos en una fase de diseño de proyectos, de crear alianzas y de buscar actuaciones propias. Y ahora entramos en la fase de la ejecución y de la comunicación.

Hemos superado el ecuador de lo que es su mandato como presidente del Barça. ¿Qué valoración hace de sus cuatro años al frente del club? ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor?

Estoy tan ilusionado y tengo depositadas tantas energías en los retos de presente y de futuro que no estoy en disposición de analizar profundamente el pasado. Del pasado me quedo, evidentemente, con los títulos conseguidos en el terreno deportivo, con la generación cada año de superávit económico y con el incremento de socios y aficionados en todo el mundo. El ‘més que un club al món’ ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado. Pero tengo muchas imágenes maravillosas en la memoria: la presentación de Ronaldinho, ganar la primera Liga, la gente en Saint-Dennis, el fichaje de Henry…También tengo una sensación de agradecimiento a los jugadores y un sentimiento muy personal de haber acertado en la contratación de Rijkaard para liderar el proyecto deportivo. Por lo que hace referencia a las decepciones, procuro no acordarme de ellas… pero no están olvidadas. Aunque tanto yo como mis compañeros de junta directiva llevemos cinco veranos sin vacaciones, mantenemos la ilusión y creemos que el esfuerzo vale la pena.

¿Ser presidente del Barça es lo que se esperaba?

En general ha sido lo que me esperaba, aunque también se han producido situaciones inesperadas. Soy consciente de que hay una gran parte de sacrificio en el desarrollo de esta responsabilidad. Pero me sigo encontrando fuerte para seguir dirigiendo a la entidad.

¿Usted piensa más allá del 2010 o sólo lo hace temporada a temporada?

Yo pienso temporada a temporada pero teniendo siempre en cuenta el horizonte de mi mandato. Existe una gestión que es la de corto plazo, pero tenemos muy presente el proyecto de club que queremos para el Barça más allá del 2010, como lo demuestra, por ejemplo, haber firmado el contrato con Nike hasta el 2018 porque creemos que es muy bueno para la institución. Si este proyecto ha funcionado creo que, más allá de mi mandato, debe tener continuidad. Y así lo voy a defender.

¿Se ha planteado en alguna ocasión la posibilidad de seguir más allá del 2010?

No. Sé que existe una modificación de la Llei de l’Esport a la cual podría acogerme, pero yo respeto los estatutos del club y en ellos se dice claramente que sólo puedo ser presidente durante dos mandatos.

¿Tiene usted algún ‘delfín’ en la junta directiva o su sucesión debe ser una cosa natural?

Debe ser una cosa natural dentro de la junta directiva porque sino perjudicaría mucho a la persona que yo eligiera.

Esa persona tendrá, supongo, todo su apoyo…

Tendrá mi total apoyo, porque dentro de la junta directiva hay personas muy válidas para liderar el club y para ser presidente del Barça.

Evidentemente, el cargo del presidente del Barça no es un cargo remunerado…

¿No me diga?

… y cuando deje de ser presidente del Barça, ¿qué será Joan Laporta?

Seguiré siendo lo que era antes de ser presidente. Un culé, catalán, padre de familia, abogado que tiene su forma de ganarse la vida, cosa que he ido manteniendo durante estos años. Aunque estoy convencido de que también tendré alguna otra inquietud porque soy un hombre muy vital. Me gusta, sobre todo por mi ideología y por mi forma de ver la vida, estar implicado en la colectividad, dar la cara y poder aportar lo que pienso que es bueno para la sociedad. Sobre todo porque no sólo pienso en el presente sino en el futuro de una sociedad en la que vivirán nuestros hijos. Seguro que tendré alguna inquietud más allá de mis actividades profesionales y empresariales.

¿Está insinuando, tal vez, una carrera política?

No tengo pensado nada concreto. A mí la política me interesa, pero no desde la vertiente ‘profesional’, sino como ciudadano. Lo que sí me interesan son aspectos de la vida social y de la vida cívica en los que tendré la inquietud de participar. Me gusta participar en la mejora de la sociedad en la que vivimos, en la medida que sea posible.

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