LA CONTRACRÓNICA
El equipo de Rijkaard no levanta cabeza en los partidos a domicilio, donde puede estar perdiendo la Liga
Milito intenta frenar a Uche en un partido en el que el Getafe se llevó los tres puntos como ya hizo el Villarreal
El Barça sigue dinamitando sus opciones de ganar la Liga, que ya dejó escapar de forma increíble la pasada temporada a manos del Real Madrid, con su lamentable rendimiento fuera de casa.
El equipo de Frank Rijkaard únicamente ha sido capaz de ganar en una de las seis salidas en el campeonato de Liga, ha empatado en otras tres y con la de ayer ya contalibiliza dos derrotas. En total, han volado 12 de los 18 puntos en juego. Un bagaje muy pobre para un conjunto que aspira a todo esta temporada.
El pinchazo de ayer fue más doloroso si cabe ya que no había justificación de por medio, como la del cansancio acumulado por los compromisos internacionales, ni hubo una actitud en el campo que diera a pensar que era posible obtener un buen resultado.
Las dos primeras salidas se produjeron después de que los jugadores cumplieran con sus compromisos con las selecciones y se registraron sendos empates a cero en Santander y Pamplona. Los largos viaje y los problemas físicos con que llegaron futbolistas como Ronaldinho o Messi enmascararon las carencias mostradas por el equipo.
El siguiente desplazamiento fue el único que se saldó con victoria. El Barça se impuso por 1-4 en el Ciudad de Valencia ante el colista, el Levante, con un ‘hat-trick’ de Thierry Henry. Este fue el único encuentro en el que el equipo se vio realmente superior a un rival y lo trituró como realmente se espera. El resultado y la imagen ofrecida invitaban a pensar que los dos primeros patinazos lejos del Camp Nou quedarían en anécdota, pero nada más lejos de la realidad. En el Madrigal se repitió la historia del arranque liguero. Los jugasdores habían permanecido diez días fuera de Barcelona por sus compromisos internacionales y la ‘pájara’ fue mayúscula. Con dos goles en contra en los compases iniciales fue imposible la remontada. El conjunto blaugrana fue un juguete en manos del Villarreal, que acabó imponiéndose por un claro 3-1.
Otra vez tocaba empezar de cero y el Nuevo Zorrilla parecía otro escenario propicio. El Valladolid se encontraba en la cola de la clasificación y los jugadores del Barça debían sacarse la espina de los otros desplazamientos. El resultado no cambió y el empate a uno final se saboreó prácticamente como una victoria con un Víctor Valdés salvador.
Tras el encuentro en Pucela, Rijkaard cargó contra los jugadores y les recriminó que no tuvieran una actitud más agresiva en el campo para presionar al rival. El técnico tenía la impresión de que los jugadores saltaban al campo fuera de casa sin la mentalidad idónea y pensando que eran superiores desde la caseta. El holandés intentó cambiar la dinámica con su discurso más agresivo, aunque su teórica mano dura se quedó únicamente en la rueda de prensa. Sus palabras no cundieron en el vestuario, como se pudo ver de nuevo ayer sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez. El Barça estuvo más flojo que nunca. No disparó a puerta, no fue agresivo, no generó ocasiones y en defensa fue un desastre. Peor era prácticamente imposible y tres puntos más que se dejan de sumar en el casillero.
Los registros lejos del Camp Nou son propios de un equipo de media tabla para abajo en la clasificación. A falta de disputarse hoy la mayoría de encuentros, ocho equipos han sido capaces de sumar más de los seis que el Barça ha cosechado a domicilio. Equipos con aspiraciones muy distintas a las barcelonistas como el Almería, Valladolid, Deportivo han conseguido más puntos.
Menos mal que el Barça ha sumado los 18 puntos en los partidos en casa o el tren de la Liga ya se habría marchado.
Tercer partido lejos del Camp Nou sin marcar un solo gol
El Barça volvió a quedarse sin marcar fuera de casa, como ya le pasó en sus dos primeros desplazamientos en El Sardinero y el Reyno de Navarra. Los cuatro tantos frente al Levante fueron un espejismo ya que el equipo carece de pólvora fuera
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