El técnico se autoinculpó de la derrota, asegurando ser el máximo responsable de los malos resultados fuera del Camp Nou
Rijkaard criticó la actuación de Ronaldinho y de todos los delanteros
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Ignasi Sagnier
Frank Rijkaard intentó ayer autoinculparse de todos los males del equipo fuera del Camp Nou con el objetivo de proteger a sus hombres. Su discurso, en todo caso, ha cambiado radicalmente en apenas unas semanas, ya que tras empatar en Valladolid se mostró muy crítico hacia sus jugadores, acusándoles de falta de agresividad y actitud en el campo, mientras que ayer tras sufrir la segunda derrota de la temporada -primero Villarreal y ahora Getafe- se autoinmoló, señalándose como el principal culpable de los malos resultados fuera de casa en este inicio de temporada.“Es un problema más de entrenador. Soy yo el que tengo que buscar algo diferente para sacar puntos fuera de casa. Soy el máximo responsable del equipo y mi objetivo más importante es buscar la fórmula de ganar puntos fuera de casa. Lo que está claro es que no funciona nuestro juego habitual cuando jugamos fuera del Camp Nou”, confesó el entrenador blaugrana, entonando un ‘mea culpa’ que sonaba un tanto forzado.
Su discurso, impregnado de continuas lamentaciones, tenían un tono de hasta cierta impotencia: “Soy el máximo responsable. Tengo que buscar una solución porque así no funciona. Queda mucha Liga, pero está claro que hasta ahora estamos fallando. Con tantos buenos jugadores en el campo es obligatorio tener buenos resultados”.
A la hora de buscar soluciones, Rijkaard aseguró tener más o menos claro el origen de los problemas, pero aún no la forma de erradicarlos de forma definitiva: “Puede que tenga que hacer un cambio de sistema o un cambio de posiciones de los jugadores. Tenemos que buscar algo que nos dé más seguridad en los partidos fuera de casa. Hasta ahora los rivales nos acaban comiendo. No hemos encontrado aún las armas para contrarrestar su juego. Jugamos con un sistema que en el pasado nos ha funcionado, pero ahora parece que no. No sé si tendremos que jugar más atrás y cerrando más todas las líneas o jugar más para ganar o jugar al contragolpe”.
El técnico holandés no quiso culpar exclusivamente a la falta de intensidad de su equipo como había proclamado Txiki Begiristain para argumentar la derrota blaugrana: “Nos ha faltado intensidad para hacer daño en campo contrario, pero no intensidad en todo el campo”.
Y es que sibilinamente, el entrenador señalaba a los delanteros como a los únicos que se les podía acusar de falta de intensidad en el campo: “A Valdés, Zambrotta, Puyol, Milito, Abidal, Touré, Xavi, Iniesta... no se les puede decir que no han jugado con intensidad porque he visto una buena mentalidad y una buena organización. Otra cosa son los delanteros. En fase de ataque hemos hecho demasiado poco. No hemos creado peligro. No estuvimos en el campo para hacer daño. Está claro que algo no ha funcionado”.
Rijkaard insistió que tiene la asignatura pendiente de “interpretar mejor los partidos fuera de casa”, añadiendo que el objetivo sería “encontrar la manera de que cuando no juguemos muy bien sentirnos seguros y que cuando juguemos bien, ganemos”.
El entrenador siguió con su discurso pesimista sobre lo ocurrido ayer en Getafe: “la imagen que hemos dado evidentemente no es la que queremos y desgraciadamente no ha sido la primera vez”, añadiendo que “tengo que empezar a buscar soluciones para los partidos fuera de casa”.
Su epílogo ante tanto despropósito fue claro: “Queda mucha Liga, pero tenemos que solucionar esto ya”.
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