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domingo, 4 de noviembre de 2007

Los blancos vuelven a topar con su bestia negra

LA OTRA CARA DEL PARTIDO


El Real Madrid viajaba dispuesto a lavar la afrenta de la Supercopa, pero salió trasquilado otra vez del Pizjuán.

El Sevilla sorpendió celebrando de esta forma el gol de Luis Fabiano

El Sevilla sorpendió celebrando de esta forma el gol de Luis Fabiano

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Redacción
El Sevilla repitió con éxito el papel de ‘bestia negra’ del Real Madrid que lleva interpretando las últimas cuatro temporadas. Sexta visita consecutiva del equipo blanco al Sánchez Pizjuán y sexto retorno a Madrid con el rabo entre las piernas. Los merengues no ganan en feudo nervionense desde el 27 de noviembre de 2003... cuando Vicente del Bosque aún ocupaba su banquillo. Desde entonces, cinco derrotas, incluída la de anoche, y un sólo empate.

Pero es que, además, el Real Madrid viajaba a la ciudad andaluza con sed de venganza por la humillación sufrida a manos del conjunto hispalense en la Supercopa de España, la competición que abrió la temporada. El Sevilla le endosó entonces un 1-0 en el Sánchez Pizjuán que redondeó con un sonrojante 3-5 en el Santiago Bernabéu en el partido de vuelta. Bernd Schuster y sus pupilos se habían conjurado para lavar esa afrenta, pero lo único que lograron fue llevarse otro varapalo. Y ya van tres, sin que el técnico alemán logre encontrar la fórmula para doblegar al Sevilla... y eso que en el banquillo local ya no estaba Juande Ramos, sino un cualquiera, tal y como definió de manera muy desafortunada Schuster a Manolo Jiménez, al que tuvo que pedir disculpas personalmente.

El Sevilla descubrió en verano todas las miserias madridistas, lo que provocó un alud de críticas al juego, que debía ser ‘excelente’, según palabras de su presidente, Ramón Calderón, tras el cese de Fabio Capello. Y ayer desveló lo que todo el mundo y Schuster intenta esconder, comparándose con Roger Federer, que los resultados no lo son todo. Por mucho 1-5 que el Real Madrid le endosara al Valencia hace apenas tres días.

La derrota de anoche puede marcar un antes y un después en la trayectoria blanca. El partido que debía ser de confirmación volvió a reabrir todas las dudas. Una situación parecida a la que vivió Carlos Queiroz la temporada 03-04, cuando se inició el calvario nervionense del equipo madridista. También era la jornada 11 y aquel Real Madrid que parecía que se iba a pasear por la Liga encajó un 4-1. Fue la primera gran debacle del técnico portugués, que utilizó al joven Rubén como cabeza de turco. El central se fue relevado antes del descanso bañado en un mar de lágrimas. Fue la imagen del inicio del lustro negro del Real Madrid en Sevilla.

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