Fue un señor dentro y fuera de los terrenos. Ex jugador y ex entrenador, el sueco dejó una huella indeleble
El Calcio está de luto. Ayer falleció, a los 85 años, el sueco Nils Liedholm, uno de los ex futbolistas y ex entrenadores más queridos por su saber estar y elegancia, por lo que se ganó el merecido apodo de Barón.
Nacido el ocho de octubre de 1922 en la ciudad sueca de Valdemarsvik, Liedholm murió en la granja y hacienda vinícola que tenía en la localidad italiana de Cuccaro (norte de Italia). Como jugador, fue uno de los grandes en los cuarenta y los cincuenta. campeón olímpico con Suecia en Londres 1948, fue subcampeón mundial en su país en 1958, cayendo ante el gran Brasil. Fue un excelente centrocampista, elegido mejor jugador sueco de todos los tiempos, y su imagen fue escogida para la portada del primer album de cromos de futbolistas de la firma Pannini. Tras dos títulos de Liga en su país (Norrkopping), en 1949 fichó por el Milan, con el que obtuvo cuatro Ligas y dos Copas Latinas y en el que formó el trío ‘Gre-No-Li’ junto a sus compatriotas Gren y Nordhal.
En 1961 colgó las botas y se puso a entrenar. Dirigió al Milan (1963-66, 1977-79 y 1984-87), Chievo verona (1966-68), Monza (1968-69), Fiorentina (1971-73), Roma (1973-77 y 1979-84), siendo su último equipo el Hellas Verona (1991-92). Se alzó con dos ligas italianas (Milan 1978-79 y Roma 1982-83), 3 Copas de Italia con el Roma (1979-80, 80-81 y 83-84). Su mayor desilusión fue perder la final de la Copa de Europa con el Roma en el estadio Olímpico ante el Liverpool en los lanzamientos de penalty. Sin embargo, pocos podrán presumir, como él, de no haber sido nunca amonestados.
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