Los errores defensivos, el talón de Aquiles del Atlético

SÓLO EN LA TEMPORADA DEL DESCENSO HABÍA ENCAJADO MÁS GOLES A ESTAS ALTURAS

ALMUDENA RIVERA Encuesta: ¿Crees que el Atlético debería reforzar su defensa en el mercado de invierno?

La derrota del Atlético de Madrid ante el Villarreal ha escocido en el seno del equipo y entre los aficionados, pero sobre todo ha dejado en evidencia a la zaga rojiblanca. No es la primera vez que el conjunto colchonero deja escapar un partido que tenía encarrilado.

Lo cierto es que el Atlético vive su mejor inicio liguero de los últimos diez años, es quinto con 20 puntos, y jugadores como el Kun han devuelto a la parroquia madrileña la ilusión perdida. Sin embargo, de poco sirve su acierto de cara a puerta (23 tantos a favor, los mismos que el Barça y sólo superados por los 25 del Real Madrid) si en once jornadas el equipo ha encajado 14 goles y, lo que es peor, la mitad de ellos en los dos últimos partidos.

Es su peor registro desde la temporada del descenso a Segunda División (1999-2000) con dieciocho goles recibidos a estas alturas del torneo. Incluso, ha superado ya los tantos recibidos en toda la primera vuelta de la pasada Liga, donde se llegó al ecuador del campeonato con sólo trece goles en contra, uno menos que en la actualidad.

Siete goles en una semana

Contra el submarino amarillo cayó por 3-4 después de ir ganando 2-0 en el minuto veinticinco. La indecisión de la defensa madrileña, un desafortunado Leo Franco y la puntería de Nihat (que marcó su segundo tanto en el último minuto) terminaron costando a los roiblancos los tres puntos que ya tenían amarrados.

Una jornada antes, frente al Sevilla, Agüero brilló con luz propia y lideró la victoria de los suyos (4-3). Sin embargo, aunque demostraron que a este Atleti le funciona la artillería, encajaron tres tantos, uno de ellos en propia puerta. Un centro sin ningún peligro al área rojiblanca lo remató Zé Castro ante la salida de Leo Franco.

Y si hablamos de fallos defensivos no podemos dejar pasar el partido ante el Barcelona (3-0) de la octava jornada. Un clamoroso fallo de Abbiati en el minuto 15 les costó el primer gol. El guardameta dejó escapar el balón cuando tenía todo de su parte para blocar con comodidad. Y Deco, atento al error, no desaprovechó el regalo. Un tanto que fue suficiente para remover los cimientos de la confianza rojiblanca, que aún seguía tocada cuando encajó el segundo mazazo de manos de Messi. En veinte minutos los catalanes habían dejado hundidos psicológicamente a los madrileños, que ya no pudieron remontar.

En Rusia...más de lo mismo

Lo peor es que estos errores defensivos también los han paseado por Europa. En el choque ante el Lokomotiv (3-3) una vez más el Atleti demostró que es capaz de lo mejor y de lo peor. El Kun adelantó a los suyos, pero el empate llegó tras ganar los rusos la banda a un despistado Pernía. Poco después Forlán volvía a poner por delante a los españoles, pero entonces llegó la pájara colchonera.

Dos cadenas de errores defensivos permitieron la remontada moscovita. Primero Antonio López se tragó un centro desde la otra banda, dejando a Pablo vendido, al que superó Sennikov con un giro de cintura para asistir a Odemwingie, que marcó a puerta vacía. Y luego a la salida de un córner los zagueros atléticos, con protagonismo especial de un desacertadísimo Eller, fueron incapaces de quitarse de encima el esférico y de nuevo Odemwingie cabeceó a la red para culminar la remontada. Menos mal que ahí estaba Agüero para nivelar la contienda.

El Atlético tiene una pegada impresionante, de la que ha carecido en las últimas décadas, pero su línea defensiva no acompaña a ese poder ofensivo. Si el conjunto de Aguirre quiere estar entre los grandes está obligado a enmendar los errores cuanto antes para evitar un nuevo fiasco.