OLYMPIACOS, 0 - MADRID, 0
El Real Madrid no fue capaz de certificar su clasificación en Atenas, ni de limpiar la mala imagen que dio en Sevilla
Raúl fue uno de los madridistas más destacados en Atenas, pero jugó muy alejado del área rival
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Joan Pi
Un triunfo situaba al Madrid en la siguiente fase. Era el objetivo. Pero los blancos volvieron a encallarse en Grecia, una latitud poco propicia a sus ambiciones (5 derrotas y 2 empates) y proclive a las decepciones madridistas. Ante un pobre rival, que llegaba muy justito en envite, los de Schuster defraudaron como conjunto y unicamente en base a las acciones individuales simularon capacidad de victoria.Más cerca del equipo que cayó en Sevilla que del deslumbrante grupo que barrió al Valencia, la primera parte fue una apología de sus carencias. Sin Guti el Madrid es un conjunto descabezado, impreciso, que acusa sobremanera la ausencia de elaboración en su juego y que, como consecuencia, no halla espacios en ataque.
Gago intentó asumir el reparto de funciones pero se quedó a medias aún a pesar de su derroche. Diarra es pura destrucción y Sneijder aporta puntualmente peligro pero su intermitencia le aleja de ser el creador necesario. Con este escenario, Raúl se multiplicó para poner parches allí donde el equipo sucumbía a su propia desorientación, alejándose del área porque allí no llegaba ningún balón en condiciones y dejó solo a Van Nistelrooy en su pelea con los centrales.
Fue el holandés quien, en la única conexión certera con su compatriota Sneijder, gozó de la mejor ocasión del partido, estrellando su contragolpe en el larguero. Antes de eso Robinho habia desperdiciado otro contragolpe, perdiendo su duelo ante el meta griego.
La segunda mitad fue más de lo mismo. Mucha lucha por parte de Olympiakos y mediocre respuesta por el lado madridista. Sólo a balón parado y en acciones personales, el Madrid inquietó a Nikopolidis sin llegar a desbordarle. Al contrario, el meta arrebató toda esperanza de victoria a los blancos, sobre todo tras atajar dos disparos de Sneijder cuando el Madrid más apretó.
El equipo de Schuster no fue capaz de jugar de forma colectiva ni, por tanto, de lavar la mala imagen ofrecida hace unos días en Sevilla. Tuvo la fortuna de tener enfrente un rival de escasa entidad, que ni siquiera llegó a incomodar el sistema defensivo madridista.
Pero pese a no verse sometidos a presión por la falta de envergadura del enemigo, el Madrid mostró que tiene mucho que recorrer. Siempre había logrado marcar antes de llegar a Sevilla. Ahora ya lleva dos partidos sin ver puerta. Sigue líder de su grupo pero ahora todo se ha apretado más. Visitará Bremen y recibirá a la Lazio. Y ya no está tan claro.
Ficha técnica:
Olympiacos: Nikopolidis; Pantos, Zewlakow, Julio César (Mendrinos, m.74), Raúl Bravo (Archubi, m.52); Galletti, Patsatzoglou, Stoltidis, Djordjevic, Lua Lua; y Kovacevic (Konstantinou, m.80).
Real Madrid: Iker Casillas; Sergio Ramos, Cannavaro, Heinze, Marcelo; Diarra, Gago; Sneijder, Robinho (Balboa, m.82); Raúl (Saviola, m.82) y Van Nistelrooy.
Arbitro: Lubos Michel (ESL). Mostró cartulinas amarillas a Djordjevic (44), Stoltidis (49) y Pantos (71) por Olympiacos, y a Iker Casillas (10) y Sergio Ramos (15) por el Real Madrid.
Incidencias: Encuentro de la cuarta jornada de la fase de grupos de Liga de Campeones, correspondiente al Grupo C, disputado en el Georgios Karaiskakis Stadium, lleno, con 53.000 espectadores, 200 de ellos aficionados del Real Madrid.
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