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viernes, 16 de noviembre de 2007

... Y los clubes, a rezar

LAS SELECCIONES SUELEN COBRARSE 'VÍCTIMAS' QUE LUEGO PAGAN SUS EQUIPOS


SANTIAGO SIGUERO - Madrid Este fin de semana no hay Liga. Juegan las selecciones nacionales de medio mundo. Es la tercera vez en esta temporada que las competiciones domésticas se interrumpen para dar paso a los compromisos internacionales. Como es habitual en estos casos, decenas de futbolistas abandonan la disciplina de los equipos que les pagan religiosamente, y religiosamente acuden presidentes, directores deportivos, entrenadores y algunos aficionados especialmente implicados a rezar para que sus internacionales vuelvan sanos y salvos. No siempre es así, pero aquí siempre pagan los mismos.

El caso más sangrante se produjo hace poco más de un año. Maxi Rodríguez, centrocampista del Atlético, se dejaba el cruzado sobre el césped de La Condomina. Fue en un partido internacional amistoso, organizado por una empresa de capital ruso que explotaba los derechos de la albicelete. Ni Luis Aragonés, seleccionador español, ni Alfio Basile, el de Argentina, querían que se jugase ese partido. El riesgo era evidente. Se decidió correrlo. Maxi pagó las consecuencias. Enrique Cerezo, presidente del Atlético, estalló contra la AFA: “Que se responsabilice económicamente de esta lesión”. Cerezo también hizo un alarde de sentido común, al pedir que los partidos amistosos se disputen cuando acaben las competiciones nacionales. De cajón, vamos.

Pues bien, ha pasado más de un año y estamos en las mismas. Los futbolistas -siempre voluntariamente, que nadie se equivoque, incluso estando lesionados- siguen acudiendo a la llamada de sus selecciones, mientras los clubes que los pagan corren el riesgo de que lesionen y no puedan contar con ellos cuando regresen a cumplir con sus contratos. Van unos cuantos ejemplos, aunque ahora hablamos de partidos oficiales en la mayor parte de los casos.

Ronaldinho, para empezar, se dañó un tobillo en Getafe. Viajó a Brasil, pero sólo ha podido entrenar 25 minutos. Ha viajado lesionado (seguro, repetimos, que nadie le ha obligado) y no jugará ante Perú este fin de semana. Hay opciones de que sí lo haga el miércoles ante Uruguay. Pero resulta que el Barça juega el sábado ante el Recreativo. Ronnie, como mucho, hará un entrenamiento en España antes del partido. Eso, si no regresa peor de lo que se fue.

Otro caso, Gabriel Heinze. El madridista se ha lesionado en un entrenamiento con Argentina. No jugará el sábado ante Bolivia y es duda para el martes, ante Colombia. En el caso de Heinze, llueve sobre mojado. El argentino ya regresó lesionado de jugar con su selección en el parón de mitad de octubre (dos semanas de baja). En esa jornada, jugando con Holanda ante Eslovenia, también se lesionó Arjen Robben (y Van der Vaart, y Van Persie…), que no ha vuelto a jugar con el Madrid. Fue en vísperas de la octava jornada de Liga, tras la famosa fiesta de Río y el recurrente retraso en el vuelo de los brasileños. Robinho (que había viajado lesionado, de hecho no jugó el partido anterior ante el Recre) y Ronaldinho se quedaron fuera de las listas de Bernd Schuster y Frank Rijkaard, respectivamente. Casualidad o no, tanto Madrid (Espanyol, 2-1) como Barcelona (Villarreal, 3-1), perdieron sus partidos tras aquella agitada jornada internacional.

Al Atlético también le ha tocado su parte esta vez. Perea se lesionó ayer (esguince de tobillo), y hoy mismo la Federación Colombiana ha accedido a que regrese el lunes a Madrid para recuperarse. Desde ayer ya se sabía que el rojiblanco no iba a poder jugar ni ante Venezuela ni ante Argentina. En este caso, la reacción ha sido más o menos rápida. Más sangrante es el caso de Seitaridis. Con una grave lesión en el tendón de Aquiles, el futbolista tuvo que viajar a Grecia, donde, efectivamente, se dieron cuenta de que estaba lesionado. Seitaridis será operado el lunes en Finlandia y estará entre mes y medio y dos meses de baja. Lo peor del asunto es que Grecia -campeona en 2004- ya está clasificada para la Eurocopa.

El Atlético, al menos, ha podido evitar que Diego Forlán, que se ha perdido los dos últimos partidos de su equipo por lesión, viajara con Uruguay. No ha tenido la misma suerte el Madrid con Pepe, lesionado en la primera jornada de Liga y que, curiosamente, puede jugar con Portugal antes de volver a hacerlo con quien paga su ficha. Con Portugal, precisamente, se le han lesionado al Valencia Caneira (en la primera interrupción de la Liga) y Miguel. Pero aquí nunca pasa nada. Ni pasará cuando, del 20 de enero al 10 de febrero de 2008, se dispute la Copa de África. Aquí será el Sevilla el peor parado, ya que perderá a Kanouté y Keita, reclutados por Mali, pero también se irá Etoo (al que, entre unas cosas y otras, por el Camp Nou casi no van a recordar), Diarrá

Los futbolistas también tienen su cuota de responsabilidad. Fabio Cannavaro, por ejemplo, ha ido con su selección pese a acabar el último partido de Liga con una sobrecarga. Para 'Il Capitano' es un honor defender a la 'azzurra', y se entiende. Pero también se entiende a Cerezo, o a Joan Laporta. Los clubes pagan, mantienen el circo, pero no mandan. Y Joseph Blatter lo tiene claro, porque defiende otra parte del negocio: "Las selecciones nacionales no van a desaparecer", dice categórico. Nadie cede. Así pues, tenemos conflicto y rezos para largo. Mirando el lado bueno, tiempo de sobra para visitar muchas iglesias y, de paso, estudiar sus distintos estilos. Para que luego digan que el fútbol no culturiza.

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