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sábado, 3 de noviembre de 2007

Toque de atención al equipo

LA DIRECTIVA NO QUIERE QUE SE PRODUZCA UNA DEBACLE COMO LA DEL AÑO PASADO


El club no quiere repetir errores pasados y da un toque de atención. Ha pedido al técnico que exija más a la plantilla, pues aún hay tiempo para reconducir la situación

Henry mira al cielo lamentándose por una jugada fallada

Henry mira al cielo lamentándose por una jugada fallada

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Javier Miguel

El presidente Joan Laporta lamentó amargamente a final de la temporada pasada que la directiva no hubiera sabido encontrar los mecanismos necesarios para evitar que el equipo cayera en la autocomplacencia ni atajar en seco el alud de problemas que se fueron acumulando y pudriendo dentro del vestuario y que acabaron por arrebatar una Liga en el último suspiro a los blaugrana.

Para evitar que hechos similares se vuelvan a reproducir, la directiva ha dado un toque de atención a la vista de los últimos resultados y el juego más que discreto que está exhibiendo el equipo, consciente que aún se está a tiempo para remediar todos estos males. El objetivo prioritario de esta medida es intentar corregir el rumbo de la nave que parece haberse desviado unos grados del destino marcado al principio de temporada. La directiva presidida por Laporta le ha pedido a Rijkaard que sea más exigente. Y es que el club está convencido de que el entrenador holandés tiene los medios y recursos para encauzar esta situación de forma inmediata porque el propio técnico les ha asegurado que sabe cuál es el problema y sabe cómo afrontarlo.

En cualquier caso, la actitud de Rijkaard en estas últimas 24 horas ha dejado un poco desconcertados a todos. Sus declaraciones tras el empate ayer en Valladolid fueron valoradas de forma muy positiva por la directiva, ya que el holandés demostró tener carácter y autoridad si la situación así lo requería. Sus quejas de falta de sacrificio y trabajo de colectivo en la rueda de prensa parecían abrir las puertas a una bronca de órdago a sus jugadores para el día siguiente. Sin embargo, esta bronca no existió. Ni tan siquiera una pequeña colleja o una advertencia, por pequeña que fuera. Rijkaard se reunió a mitad del entrenamiento con sus jugadores a pie de campo durante apenas cuarenta segundos para comunicarles que entendía que estuvieran “cansados” con “tantos partidos seguidos”, que hay que “seguir trabajando” y que “mañana será otro día” con un “entrenamiento más fuerte e intenso”.

Muchos jugadores, que esperaban un repaso individualizado y pormenorizado del técnico a todos los errores acontecidos en el Nuevo Zorrilla, se quedaron de piedra al comprobar que su técnico pasaba totalmente por alto el partido de Valladolid. Ni tan siquiera la escenificación de ver a toda la plantilla escuchando al técnico dio mucho juego porque no alcanzó ni el minuto de duración.

Esta reacción de Rijkaard ha sorprendido un poco a la directiva, que estaba esperando que ratificara con un golpe en la mesa sus críticas hacia el juego del equipo y la presunta indolencia en algunas fases del partido. No se puede descartar que hoy decida dar un paso adelante y se reúna con sus hombres para hablar del descalabro del equipo en la segunda parte en el Nuevo Zorrilla.

En el club, en todo caso, existe un convencimiento de que la actitud esta temporada del equipo es mucho más positiva que la de la temporada pasada, destacando que nadie se esconde en los entrenamientos y que todos luchan para estar en el equipo titular. Sin embargo, también lamentan que esta actitud tan positiva no se refleje a veces en los partidos, sobre todo en los que se juegan fuera del Camp Nou. Esta situación, según la directiva, puede ser fruto de una falta de confianza y un problema de mentalidad en la plantilla.

Por todo ello existe una cierta preocupación en el seno del club, pero también la tranquilidad de que todavía no se ha perdido nada y que esto no acaba más que de comenzar. De hecho, la directiva tiene muy claro que no tomará ninguna decisión drástica porque las decisiones importantes ya se tomaron este verano y consideran además que fueron todas muy acertadas. Así pues ni se plantean el cambio de entrenador ni mucho menos la venta de ningún jugador para el mercado de invierno porque consideran que futbolista por futbolista no hay mejores que los que tiene el Barcelona.

NOMBRES PROPIOS

Uno de los jugadores que está siendo más discutido en este inicio de temporada es el brasileño Ronaldinho. Por parte del club hay constancia de que el jugador físicamente no está aún al cien por cien y que tiene asimismo un problema serio de confianza ya que se ha dado cuenta de que ya no es el número uno del mundo, título que le ha arrebatado un compañero y amigo suyo, Leo Messi.

Si bien el resultado de Valladolid no puede decirse que haya sido positivo para nadie en el equipo, sí que hay que resaltar que Ronaldinho realizó un partido bastante aceptable y que su gol le ha servido para acaparar portadas y en sentido positivo, algo que no ocurría desde hace bastante tiempo. Este cambio de dinámica puede ser muy importante en su reafirmación personal como ‘crack’ indiscutible del equipo.

Un caso aparte es el del francés Thierry Henry. El club valora su sacrificio y esfuerzo al jugar once partidos de forma consecutiva pese haber salido de una lesión que le había dejado cinco meses en el dique seco, pero también reconoce que el ex jugador del Arsenal está teniendo algún problema en su adaptación total al Barcelona. Sin embargo, no suenan las alarmas en el club porque este tipo de situaciones son habituales en jugadores recién llegados que han de asumir desde el primer día la etiqueta de ‘cracks’. También reconocen que la idiosincrasia de jugar en un club de la importancia del Barcelona puede ser un poco complicado de asumir si eres un recién llegado.

Con quienes la directiva no pide explicaciones de ningún tipo y se siente más que satisfecha es con el rendimiento de los dos jóvenes, Giovani Dos Santos y Bojan Krkic, quienes han puesto su granito de arena a las victorias del equipo. Evidentemente el club exige a los ‘cracks’ que marquen las diferencias y no a los jugadores que tienen que seguir formándose y creciendo como futbolistas. Los jóvenes no son la solución a los males que asolan estos días al Barça sino los ‘cracks’.

Los técnicos asimismo están buscando alternativas tácticas para resolver una situación que se está produciendo de manera sistemática sobre todo en los partidos que se juegan fuera del Camp Nou. Y es la manera de encontrar espacios y fluidez en el juego cuando el rival consigue desconectar a Messi con los dos pasadores del mediocampo, Xavi e Iniesta.

Muchas cuestiones, sin duda, sobre la mesa de Rijkaard, que el técnico ha de resolver sin estridencias, pero con efectividad. Es cierto que en estos momentos no cuenta con dos jugadores como Eto’o y Deco, por culpa de las dichosas lesiones, que podrían aportarle un plus de agresividad y sacrificio, pero también es verdad que sin el camerunés antes del parón liguero el equipo encadenó seis victorias consecutivas con un juego más que notable. No hay que decir lo que opina la directiva sobre el tema de la convocatoria de las selecciones y la nefasta repercusión sobre el equipo.

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Frank ha tenido que superar algunas bajas importantes hasta el momento

En el poco tiempo que se lleva de campeonato, Frank Rijkaard ha tenido que superar un escollo más que importante como es el de las lesiones. Ya arrancó la campaña con bajas significativas como las de Carles Puyol, Eidur Gudjohnsen o José Edmílson, que todavía está recuperándose. Pero a esto se tiene que unir la dureza del calendario de competición, aún más cargado si cabe a causa de los partidos de las selecciones, y que ha pasado factura al equipo. Los técnicos se quedaron sin Eto’o a las primeras de cambio; y después los internacionales han ido pagando el desgaste de afrontar las competiciones de clubs y de selecciones pues en Europa se apura la fase de clasificación para la Eurocopa del próximo año y en América han arrancado las eliminatorias clasificatorias para el Mundial 2010. Así, la última ‘víctima’ de larga duración es Deco, que tiene para cinco semanas tras la rotura en un abductor. Pero también han tenido que parar más o menos tiempo Márquez, Ronaldinho, Zambrotta, Messi, Touré, Henry y Abidal.

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